lunes, 12 de septiembre de 2011

Inicios de la investigacion
El estudio comenzó cuando el doctor Jaime Guevara Aguirre, especialista en diabetes del Instituto de Endocrinología, Metabolismo y Reproducción en Quito, Ecuador, descubrió en 1987 a la comunidad en la provincia de Loja, en el sur del país.
El médico decidió entonces estudiar las razones por las cuales los niños del poblado mostraban atrofia en el crecimiento.


El medico Jaime Guevara Aguirre con parte del grupo
Sindrome de Laron

En Ecuador hay unas cien personas con su enfermedad, conocida como síndrome de Laron, y en el mundo tan solo trescientas.
En una persona normal la hormona del crecimiento llega a un receptor en el hígado, tras lo cual induce la formación de un compuesto llamado IGF-1, el cual hace crecer los tejidos y los huesos.
Los afectados por el síndrome tienen una deficiencia del receptor que hace que se genere un bajo nivel de IFG-1. Lo que el médico ha documentado es que al mismo tiempo "no tienen cáncer", mientras que sus parientes que no sufren el síndrome sí.
En teoría si se usan fármacos ya existentes para bloquear ese receptor en un adulto, que no necesita crecer más, se podría actuar contra el cáncer, según Guevara.


La investigacion

Se comparó a las personas con enanismo con 1.600 de sus parientes de tamaño normal. Un 5% de los parientes altos sufrió diabetes, mientras un 17% padeció de cáncer, aún viviendo en el mismo lugar que los bajitos. Esto sugiere que la hormona del crecimiento tiene un rol importante en el desarrollo de estas enfermedades, por que el resto de los riesgos ambientales y genéticos eran iguales en los dos grupos comparados.
Aunque es difícil de probar, los resultados son similares a investigaciones que se han hecho con otros organismos como levaduras, lombrices y ratones donde se suprimió esta hormona. En este último caso, se ha demostrado que ratones con defectos en esta hormona viven “vidas excepcionalmente largas”.

A través de exámenes de sangre de los ecuatorianos, los científicos descubrieron que el síndrome de Laron tiene un doble efecto protector: protege al ADN de los daños oxidativos y promueve el suicidio de las células muy dañadas. Asimismo, observaron que los sujetos con Laron tenían niveles muy bajos de insulina y una baja resistencia a la insulina, lo cual explicaría la ausencia de diabetes, informa el artículo de la BBC.

Actualmente, los científicos intentan encontrar un fármaco a partir de estos descubrimientos publicados en Science Translational Medicine, para poder combatir el cáncer y la diabetes, dos de las mayores enfermedades del mundo.